-Querida Mujer (Sanando el Arquetipo)
 

En este video trata de reconocer las energías femeninas que hay en cada cual y ponerlas en su lugar. Poner una "a" al final de una palabra no pasa de ser una mera anécdota o incluso una incongruencia en muchos casos: una solución más, racional, añadiendo más de los mismo a lo que debería de ser una solución muy distinta. Es ahondar en el problema.

Todos debemos hacer esto, no importa nuestro género o tendencia. La polaridad se está acabando y qué mayor polaridad que la de los sexos y sus energías arquetípicas. Estas energías tienen un inmenso poder. Nos conectan con toda la energía del universo, son creadoras, tienen que ver con la kundalini de la que hablan los vedas: Una inmensa fuerza se desata cuando estas energías trabajan en compenetración, en vez de en contradicción.

Lo que hemos estado haciendo hasta ahora es como estar en pelea con uno mismo: una guerra interminable que nunca ganaremos y que sólo nos puede generar un gran cansancio, aburrimiento y desgaste. Las energías femeninas han estado menospreciadas por siglos, por eso, como reflejo, la mujer está siendo rebajada de su posición de verdadera compañera del hombre. Insultada, maltratada, asesinada, menospreciada... todo es un reflejo, no lo olvidemos.

Reconocer las energías femeninas arquetípicas en nosotros mismos queire decir:

- Valorar nuestros sentimientos: ¿quién hace lo que le dice el corazón cuando va a tomar una decisión en vez de racionalizarlo?
(la razón es una energía masculina). Como poco, debería ser un consenso entre la cabeza y el corazón. O, comenzar con el corazón y seguir con la cabeza: el corazón debe elegir y la energía masculina ejecutar. Es su cometido. Muchos son los que han hablado del "camino del corazón". Es éste: aquello que no comienza con corazón es como una violación... el corazón no lo quería... es como un hijo no deseado que llega en un mal momento.
Imaginemos que queremos poner un cuadro que nos motiva en la pared, lo correcto es que el corazón elija el cuadro y el sitio y que las energías masculinas ejecuten una vez tomada la decisión.
Imaginemos lo que sería usar el berbequí sin control, la pared rota y agujereada. O sólo la energía femenina sin la masculina: muchas ideas que nos gustan, pero no se llevan a la práctica. Nada sucede.
Ambas energías se necesitan, debemos emplear ambas de forma equilibrada, sin predominio de una o de otra y usando cada una en su papel.
Desequilibrar es lo que hemos estado haciendo durante siglos: En nuestra sociedad se ha valorado por encima de las energías femeninas, las masculinas de una forma exagerada, desarmonizando nuestros actos, la consecuencia: hemos estado agujereando la pared, o maltratando la Tierra, la casa que nos sostiene, porque nos hemos desconectado del corazón, y, algunos, completamente desconectados, ni siquiera tienen consciencia de que esto es así.

Algunos ejemplos de energías arquetípicas femeninas:

- La Luna es el símbolo del Amor Maternal.... incondicional, por ejemplo el que siente la Madre Tierra o cualquier madre por sus hijos... ese mismo amor, incondicional es al que accederíamos si fuesemos conscientes de esta energía que todos poseemos, por todo lo creado, ya que todo, lo hemos creado nosotros, de forma consciente o incosciente, en un punto profundo, desde nuestro Ser Superior. También nos conectaríamos con la madre tierra, entenderíamos sus ciclos y la oiríamos más, como hacen los animales, que presienten sus cambios y algunas tribus no contaminadas aún por nuestra civilización. Somos unos con ella, sólo nos queda oírla y reconocerlo.

-Valorar esta vida, respecto de la vida más espiritual: la Luna, es también símbolo de esta vida o reencarnación, del mar. Esta vida, móvil y fluctuante como la misma Luna, es el reflejo del Ser, es su misma energía. Muchos la desprecian, pero no podemos olvidar que estamos aquí porque lo deseamos, aunque no podamos recordarlo. Nada sucede sin que lo queramos. Y, cuando deseemos un cambio, como parece que es ahora, todo cambiará.  Valorar la "Vida" sea en el plano o dimensión que sea, es valorar al mismo Dios que la ha creado según su deseo. No nos damos cuenta que la vida es la conexión más directa a Dios que existe... como ya dicen...conéctate con la Tierra, es el camino más rápido para subir al cielo. Si no entendemos ni valoramos lo que Dios ha creado, ¿cómo podemos entenderlo a él?

- Madre, amor incondicional, sentimientos, intuiciones, corporalidad, conexión con las energía terrenales, Luna, Mar, Agua... de nuestros cuerpos (emociones) como de la Tierra, es lo mismo: quien retiene líquidos no sabe deshacerse de sus emociones y tener un sistema linfático congestionado tiene que ver con tener emociones contaminadas de las que no sabe deshacerse. ¿Nadie nos dijo que no funcionará ningún tratamiento que no resuelva el conflicto en su origen y no sólo sus síntomas?

- La belleza, ya sea de personas, situaciones o lugares es otro arquetipo femenino, de Venus prototipo de energía femenina. La belleza debería ser "sagrada", como expresión de equilibrio, de amor, arquetipos de Venus y, en este mundo más "masculino" para todos, la misma belleza ha pasado a ser objeto de un mero intercambio oneroso, o un buen negocio, en todo caso. Ha perdido su papel, como todo lo femenino. Las mujeres que triunfan son las que son más "masculinas", es decir: competitivas, enérgicas, voluntariosas y, estas cualidades son muy valiosas, pero... ¿dónde se quedaron las femeninas?: empatía, compasión, armonía, diplomacia, equilibrio, sentimiento colectivo, fraternal, ¿hay alguna empresa que ascienda a sus empleados por poseer y usar energías "femeninas"?
Todo va llegando y el día en que se valoren por igual unas y otras energías estaremos a un paso de avanzar de manera prodijiosa. De una u otra forma, esta batalla, la tenemos vivenciada personal, social, espiritual y socialmente. Cuando dejemos de pelearnos con nosotros mismos, podremos dirigir esas energías de forma efectiva a nuestra aspiración más profunda, en vez de desperdiciarlas en escarceos y peleas "externas" que sólo nos mantienen en el "juego" de la polaridad.

Los ríos y los mares están contaminados, como nuestras emociones y nuestro mismo cuerpo. No tenemos que limpiar fuera nuestras emociones. El día que nos limpiemos por dentro, la contaminación se habrá ido de la Tierra. Algo ocurrirá. No hagamos como nos enseña la farmacopea occidental: vayamos a la raíz del problema: Nuestras emociones han sido reprimidas, insultadas, menospreciadas y subvaloradas desde eones... y lo está siendo la mujer, como reflejo.
Todos perdemos si no expresamos nuestras emociones y si no las encauzamos y las colocamos en el lugar que les corresponde. La energía femenina siempre ha sido sagrada, sería un síntoma de sabiduría volver a colocarla en su lugar.

La Tierra nos está esperando. Todo lo que ocurre por agua es una llamada de esas energías arquetípicas, que se desbordan al no haber sido atendidas y sí reprimidas, durante siglos. Es una llamada a nuestra misma alma: a tener en cuenta el corazón.

 
   
 
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